06 agosto 2008

La crisis y el precio del jamon iberico

Últimamente llevo leídos varios artículos en la prensa sobre cómo afecta la crisis al sector del jamón ibérico. Básicamente, parece que la demanda está cayendo en picado y como consecuencia los precios en origen también, en incluso un 30%, lo que pone en serios apuros a los productores que se encuentran con parte de la producción sin colocar y el resto vendido a bajo precio.

Los precios en origen bajan, pero no así los precios en destino. ¿o a ustedes les está saliendo más barata este verano la ración de jamón ibérico en los restaurantes?



Efectivamente, por mucho que nos cuenten que la ley de la oferta y demanda inexorablemente ajusta los precios, la realidad es que eso sólo funciona de verdad en lo que se llaman mercados de competencia perfecta que es una simplificación teórica hecha por los economistas en la que se supone que hay muchísimos compradores y muchísimos vendedores, todos iguales, todos pequeños, y que funcionan de forma independiente sin formar alianzas ni grupos de presión.

En la realidad lo que estamos viendo es la habitual jugada del comerciante minorista: si tengo menor número de ventas porque cae la demanda, podría bajar precios para tratar de reestimularla, pero es más sencillo, seguro y de resultados inmediatos, subir los precios, o apretar más a mi suministrador, o ambas cosas, para mantener mis ingresos.

¿Quién gana con esta táctica? Pues me temo que nadie:
El consumidor final se encuentra todavía más apretado por los precios,
el productor está al borde de la quiebra,
y el distribuidor ha conseguido mantenerse a duras penas a base de dar una nueva vuelta de tuerca apretando a productores y consumidores.

El problema de cada vuelta de tuerca de más es que nos ponemos más cerca del límite de ruptura, de que todo haga crac. Como decía el difunto José Luis Coll:

"Voy a montar una panadería, es un negocio seguro. Venderé las barras de pan a 50.000 pesetas. Así, sólo con que venda dos al día, me forro..."

En mi opinión con esta crisis no vamos a ver una bajada de los precios minoristas en el sector de la restauración, al menos no al principio. Se darán un par de vueltas más a la tuerca para ver si el consumidor lo aguanta, y un día hará todo "crac". Ojo, que mientras suben los precios por encima de lo que el consumidor medio puede alcanzar, estamos creando un hueco para hacer lo que las aerolíneas "low cost" han hecho en la aviación: simplificar procesos, ir directos al suministrador, y ofrecer el mismo producto final a precios imbatibles.

Como se suele decir, una crisis es una amenaza y al tiempo una oportunidad. Para quien la sepa ver y aprovechar, aquí hay una ocasión de oro.

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