"Los números cantan"
Ahora supongamos que como soy un ciudadano "del montón", me intereso por un piso en una zona "promedio" de una ciudad promedio. Si hacemos caso a facilisimo.com, uno de los portales inmobiliarios más conocidos, por ejemplo, quien quiera comprar un piso de 100 metros cuadrados, con un precio medio del metro cuadrado de 2.380 euros tendrá que pagar 238.000 euros. La noticia la publica el diario 20minutos ¿Por cuanto podría alquilar ese piso? Por el mismo piso se pagaría, según datos del portal inmobiliario, 830 euros de alquiler.
Me dirijo ahora al banco para ver las condiciones de la hipoteca. Supongamos que tengo algo de dinero ahorrado. Voy a solicitar una hipoteca al 90% del valor de la vivienda, de modo que deberíamos pagar un 10% del valor del piso como entrada, más todos los gastos de notario, etc, que pueden llegar a representar un 10% adicional sobre el precio de compra.
Con los tipos actuales (5,25% propone Bancaja en su calculadora online), la hipoteca me sale a un mínimo de 1.182 euros de cuota mensual, a un plazo de 30 años.
Hay que tomar una decisión: la primera opción es comprar, aportando ese 10% de entrada, que serían 23.800 euros, más los gastos (otro 10%, 23.800 euros más) . A partir de ese momento, cada mes pagaremos una cuota de 1182 €, si los tipos de interés no varían. De esta cuota, pierdo la parte correspondiente a los intereses y conservo (convertida en ladrillo) la parte que corresponde a la amortización del capital. Además, si la vivienda aumenta de valor en el mercado, eso es ganancia mía puesto que la casa está a mi nombre.
La alternativa es alquilar: Meto ese dinero (23.800€ + 23.800€ = 47.600€ ) en un depósito en el banco y me dispongo a vivir de alquiler, pagando una mensualidad que es menor que la cuota de la hipoteca. Ojo que esto es importante: La diferencia entre la cuota del préstamo y la mensualidad de alquiler la voy a ahorrar, ingresándola puntualmente en el banco cada mes. Es decir, que voy a llevar el mismo tren de vida que si hubiese comprado el piso.
Se que en esa situación la tentación de darnos un caprichito de vez en cuando será muy fuerte, pero entended que en ese caso estaríamos mezclando cuestiones diferentes: ya no es sólo si sale más o menos rentable sino que te puedas permitir un tren de vida mejor si alquilas. Así pues, suponemos una férrea autodisciplina y lo metemos todo en el banco cada mes. La mayoría de los bancos nos remuneran con unos intereses del orden del 3%.
Ahora scamos la bola de cristal y entramos en el terreno de las hipótesis: supongamos, por ejemplo, que los tipos de interés se mantienen estables durante los próximos años. Mis ahorros siguen produciendo un 3% mientras que la hipoteca me cuesta un 5,25%.
Supongamos también que la inflación (IPC) es de un 3% cada año. Esto es importante para el cálculo del alquiler, porque en general su importe se incrementa anualmente según el IPC.
Para el cálculo de los costes de ser propietario, habrá que tener en cuenta los impuestos (el IBI) y los gastos varios de mantenimiento, seguros y otros. Estos apartados cosas pueden ser muy diferentes de una vivienda a otra, pero supongamos que globalmente sean del 1% del precio de la casa: 2.380€ al año, que no es exagerado.
Ahora pongo en una tabla lo que voy ganando en cada caso: en forma de capital inmobiliario (vamos, que poco a poco voy siendo el dueño de mi casa) o bien mis ahorros que crecen a medida que van generando intereses. ¡Oh, sorpresa! alquilar es mucísimo más rentable que comprar un piso, especialmente durante los primeros años: