Bienvenidos a este blog.
Aquí hablaré, y hablaremos, ¿eh? que no quiero que esto sea un monólogo... de economía, de como afectan a empresas y emprendedores todo eso de los precios, los tipos de interés, la inflación, las hipotecas...
Tenía ya intención de empezar a escribir desde hace tiempo, pero quizá me faltaba un tema inicial. Bien. Hace un par de días, unos familiares míos vendieron un piso en Alcorcón que había estado en alquiler mucho tiempo. En mi opinión, han hecho el sueño de todo inversor: Vender en la cúspide. Justo antes de la caída...
Construido a finales de los años 60, tres habitaciones minúsculas, 60 metros cuadrados escasos... y vendido por 30 millones de las antiguas pesetas (180.000€)
Para quien no conozca Madrid, Alcorcón era hace mucho tiempo un apacible pueblecito que de la noche a la mañana se convirtió en una de esas ciudades dormitorio con escasez de aparcamientos, zonas verdes, servicios... ¿Qué justifica que el metro cuadrado esté a 3000€?
Pongamos las cosas en su contexto histórico: la vivienda ha costado habitualmente entre 3 y 5 años de sueldo bruto (en cuanto encuentre la referencia de este dato que cito de memoria os la doy, no me gusta poner cosas sin citar fuentes). Pongamos que sean cinco años de sueldo bruto: ¿Cuantos habitantes de Alcorcón ganan 36.000€ al año? Eso es en pesetas y mensual, medio kilo al mes... A mí me parece que con la mitad de eso vamos muy bien en Alcorcón. Vamos, que diez años de sueldo bruto no me parece muy lejos de la realidad.
Hace unos añitos (en el 2001) yo trabajaba en Francia y allí me compré un apartamentito de 50 m2. Cerca de mi trabajo, en la ciudad (Antibes, Costa Azul. No es lo más baratito del país vecino, como os podréis imaginar), residencial con piscina, pistas de tenis y zonas ajardinadas propias.
Me costaba exactamente el doble de mi sueldo anual. 2 años de mi sueldo bruto.
Ya, ya, me diréis... Otro que nos viene con lo mismo: Precios de locura, bla, bla. Burbuja inmobiliaria, bla, bla. Todos hablamos de eso desde hace años y seguimos esperando a que la dichosa burbuja reviente.
En mi opinión, no hay un estallido, pero desde hace unas semanas, oigo un silbido como de aire que se escapa. Cada vez más deprisa...
Mañana más.